jueves, 16 de agosto de 2012

La vida en la Sociedad Colonial


La economía del Virreinato del Río de la Plata estaba centrada en el eje Potosí-Buenos Aires, el resto de las regiones proveían a este eje. La sociedad virreinal estaba dividida en castas, tenía una gran variedad regional y diferentes actores sociales. Con respecto a la variedad regional, esta se dividía en culturas nativas con la española, actividades económicas y espacio geográfico. La cultura era tanto rural como urbana.
En las zonas rurales se produjo una expansión ganadera y esta provoca la expansión del territorio. Gracias a esta expansión del territorio hubo un corrimiento de la frontera con el indio y militarización de las zonas rurales.
En las zonas urbanas se encontraban las actividades económicas como la agricultura de los mercados internos, las industrias, por ejemplo los artesanos y la alimentación,  y el comercio. En las zonas urbanas también se podían encontrar los saladeros, por ejemplo en Monte Video y Buenos Aires. En esta zona había un mayor consumo, la sociedad era más sofisticada y la cultura de los habitantes era más europea. Si uno prestaba atención a la altura de las casas en aquella época, había muy pocas que tenían una gran altura, la mayoría eran de una planta sola. Las construcciones de dos pisos eran generalmente iglesias o edificios importantes y casas de gente importante.
Aparte de estos dos ambientes también existía la vida en la frontera. Hacia comienzos de 1800 los indios atacaban las estancias y poblaciones que se iban instalando en la inmensa llanura de lo que hoy es la provincia de Buenos Aires llevándose las haciendas y como un gran trofeo cautivando mujeres y niños. Estos ataques fueron los que dieron origen a una línea de frontera con el indio, tomando en cuenta el río Salado, instalándose fuertes y fortines que les permitían protegerse. La vida en la frontera con el “desierto” era muy dura y llena de penalidades. Los ataques de los indios eran inesperados para la gente que estaba allí, por lo tanto los soldados vivían con miedo. No solo había soldados en la frontera, también estaban las fortineras que eran prostitutas pero muchas veces ayudaban a los soldados a luchar.
Las pulperías eran un centro de abastecimiento de vestuario, medicinas, herramientas, alimentos, objetos de uso cotidiano; también un lugar de sociabilidad donde los pobladores se reunían a conversar sobre acontecimientos políticos, chismes y a realizar actividades de esparcimiento. Se las podía encontrar tanto en la ciudad como en la campaña.




    

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